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Foto: http://www.heraldo.es/blogs/elbuenjardinero/ |
Todas aquellas familias que os hayáis animado a montar un huerto de acuerdo a vuestras posibilidades espacio-temporales (macetas, mesas de huerto, pequeñas parcelas, etc) tenéis que estar atentos a las plagas, los hongos y las malas hierbas que con la llegada de la primavera acecharán a esos tiernos vegetales que tanto mimáis. Para combatir a los saboteadores no hace falta comprar productos químicos ya que hay un montón de remedios caseros para mantener a raya a los intrusos. Junto con vuestros hijos podéis elaborar
fungicidas, fortificantes y plaguicidas con extractos naturales, absolutamente ecológicos y caseros.
En la mayoría de huertos (excepto en las zonas de montaña en las que aún es pronto) ya podéis sembrar o transplantar muchas hortalizas como la lechuga, la rúcula, el rábano, la zanahoria, el nabo, el apio, la acelga, el ajo, la espinaca, los guisantes, las patatas, el maíz, el tomate, el pimiento, la berenjena, la calabaza, el melón, la sandía y el pepino. Es importante que en esta fase de germinación y crecimiento ya empezéis a elaborar los preparados fortificantes para hacer que las hortalizas sean resistentes, los fungicidas para prevenir hongos, y los plaguicidas para ahuyentar a los insectos.
Los extractos vegetales se pueden preparar a partir de varias plantas a través de procesos muy sencillos como la fermentación, la decocción, y la maceración o infusión:
- Preparados fortificantes: a base de fermentar ortiga, consolda, bardana o caléndula.
- Preparados fungicidas: a través de la decocción de la cola de caballo e infusiones de capuchina.
- Preparados antiplagas: mediante de maceración de ajo o bien infusiones de lavanda.
Podemos recolectar estas plantas de la naturaleza (de un lugar que no esté protegido ni contaminado) o bien las podemos cultivar en casa o comprar en un herbolario. El procesado de las plantas para obtener los extractos es muy sencillo:
- Fermentar: tenéis que poner unos 200gr de la planta por cada litro de agua y dejar reposar la preparación durante unos cuatro días. Téneis que remover este preparado dos veces al día. Esta tarea es ideal para que la realicen vuestros hijos bajo vuestra supervisión. Podéis hacer que ellos sean los responsables de remover el preparado antes de ir al colegio y al volver a casa por la tarde.
Durante la fermentación veréis que aparecen unas burbujas en el agua que indican que se está llevándo a cabo correctamente. Si no aparecen las burbujitas tenéis que remover el preparado durante más minutos. La fermentación habrá finalizado cuando desaparezcan las burbujas que se habían formado en el agua. Una vez que finalice el proceso vuestros hijos podrán rociar las plantas, si consideráis que es una labor adecuada para su edad. Eso sí, siempre deberán hacerlo bajo vuestra atenta mirada y debidamente protegidos.
- Decocción: hervir durante 30 minutos unos 100gr de planta seca (o bien 200gr si es fresca) por cada litro de agua.Una vez transcurrido este tiempo hay que dejar enfriar el preparado y después ya se pueden pulverizar las plantas con éste, un par de veces al día, durante dos semanas.
- Maceración: el macerado de ajo, por ejemplo, se debe hacer con 250 g de dientes de ajo, 250 ml. de alcohol etílico, y 250 ml. de agua. Hay que dejar reposar este preparado durante una semana. Después de este tiempo el extracto que obtendremos se tendrá que diluir en 10 litros de agua. La solución resultante se debe pulverizar, 2 veces por semana, sobre las plantas atacadas por insectos.